Pido disculpas si alguien no está de acuerdo y tiene otra vivencia distinta, pero Kamelot tenía un ambiente bastante cutre, chicos solos por todos lados, claramente prostitutas de la zona mezcladas con los clientes, y eso mezclado con guiris de estos que son raros. Nos tomamos una copa por dar una oportunidad, y luego nos pedimos un botellín de agua y nos fuimos.
Como punto bueno, tenía una sala con un sillón tantra muy chulo y unas esposas colgadas del techo para jugar. Y además te puedes encerrar desde dentro para que no te molesten. Yo no volvería, ni solo ni acompañado de una pareja de amigos a ninguno de los dos. El ambiente en la calle por esa zona, no ayuda mucho.

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